Tuesday, 5 March 2013

Transcripción completa con fotos del ciclo de conferencias “Gran Bretaña y la independencia de las repúblicas bolivarianas” en Canning House, Londres, 05/09/2012



[Agradezco a mis colegas de la Universidad de Bristol, Aris da Silva y Ana Suarez Vidal, quienes hicieron la traducción al castellano - MB - Las muchas fotos del evento se mantienen en la página original.]

[Bienvenida a cargo del Dr. John Hughes, distinguido ex embajador de Venezuela:]

Es un placer daros la bienvenida a todos los aquí presentes en nombre de Canning House, a este ciclo de conferencias tan importante para discutir y debatir el papel que Gran Bretaña jugó en la independencia de las repúblicas bolivarianas hace doscientos años. Canning House es la localización más apropiada para este tipo de coloquios, ya que fue el secretario de Asuntos Exteriores George Canning (parlamentario) el que pronunció su famosa cita “llamar al Nuevo Mundo a la existencia”, cuando declaró el reconocimiento de Gran Bretaña de las repúblicas latinoamericanas. Os dejo con el organizador de este ciclo de conferencias, Dr. Matthew Brown de la Universidad de Bristol.

[Matthew Brown, MB]:

Muchas gracias a todos por venir, es maravillosos ver a tanta gente aquí. Quisiera agradecer a Canning House por acogernos, al Engagement and Impact Development Fund de la Universidad de Bristol y también al Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Mancomunidad de Naciones (Foreign and Commonwealth Office) que sin su apoyo estas conferencias nunca se llevarían a cabo. El acto se dividirá en dos partes. En la primera parte, la cual está a punto de empezar, tenemos a tres historiadores que presentarán sus investigaciones pioneras en este tema. EN la segunda parte, los embajadores e historiadores públicos dirigirán una mesa redonda en la que se debatirá cómo celebrar estos actos y a las personas que formaron parte de los acontecimientos de hace dos siglos.

Cuando pensé por primera vez en organizar este acto, inmediatamente vinieron a mi cabeza tres nombres de los mejores historiadores que trabajan en esta materia. Estoy encantado de que los tres hayan podido venir desde Canadá, Venezuela y Colombia respectivamente, para acompañarnos en este día. Ellos son la Dra. Karen Racine de la Universidad de Guelph, el Dr. Edgardo Mondolfi Gudat de la Universidad Metropolitana de Caracas y el Dr. Daniel Gutierrez Ardila de la Universidad Externado de Colombia, de Bogotá.

Sin embargo, antes de darles la palabra, voy a hablar brevemente del estado de la investigación en el tema de la participación de Gran Bretaña en el periodo de independencia en Colombia, Venezuela y Ecuador. [Ya he subido a este blog mi ponencia, “'The Wreck of the Indian'].

Tengo el placer de darle la palabra a la Dra. Karen Racine: “Americanos de origen español en Londres en la era de la independencia”.

[Karen Racine]:
Aunque se asume reflexivamente que las revoluciones francesa y americana son la inspiración para los movimientos de independencia hispanoamericanos, se debería dar mayor importancia al razonamiento de que los líderes patriotas de la región basaron su modelo cultural más importante, su gran energía y su fundamental apoyo material en Gran Bretaña. Entre los años 1808-1830, alrededor de 70 líderes de primer orden de la era de la independencia vivieron y trabajaron juntos en Londres, incluyendo:
Francisco de Miranda, Bernardo O’Higgins, Simón Bolívar, Andrés Bello, José de San Martín, Fray Servando Teresa de Mier, Lucas Alamán, Agustín de Iturbide, Bernardino Rivadavia, Manuel Belgrano, Vicente Rocafuerte, Juan Germán Roscio, Mariano Montilla, Francisco de Paula Santander, Antonio José de Irisarri, jóvenes de las familias Aycinena y García Granados de Guatemala, José de la Riva Agüero, Bernardo Monteagudo, José Joaquín de Olmedo y Mariano Egaña.  
Otros importantes líderes patriotas, incluidos José de Cecilio del Valle, Juan Egaña y Carlos María Bustamante se quedaron en América pero enviaron sus trabajos para que se publicaran en Londres y siguieron con gran determinación una correspondencia con distinguidos famosos británicos como el abolicionista William Wilberforce, la reformista de priones Elizabeth Fry, los filósofos utilitaristas Jeremy Bentham y James Mill, el científico Humphrey Davy y el defensor de la vacunación Edward Jenner. Estas elecciones deliberadas, prácticas y personales nos dicen mucho sobre el tipo de modelo cultural que los líderes de la independencia hispanoamericana admiraban, y el tipo de país futuro que querían crear para sí mismos.

[Nota- ya que la ponencia de la Dra. Racine se extrajo de su próximo libro “Spanish Amercicans in London” no podemos publicar aquí el texto, lo siento.]

[MB] Muchas gracias. Me alegra poder darle paso al Dr. Edgardo Mondolfi, que hablará sobre el Acto de alistamiento extranjero de 1819.

[Edgardo Mondolfi]:
NE EXEUNT REGNO (“Nadie tiene permiso para salir del reino”): Algunas observaciones sobre el “Acto de alistamiento” de 1819 pasaron por el Parlamento para evitar el reclutamiento de los voluntarios británicos al Mar de las Antillas (Spanish Main).
¿Qué significó el “Acto de alistamiento” de 1819 para frenar el flujo de voluntarios británicos a Hispano América? Teniendo en cuenta el número de reclutas que consiguió cruzar el Atlántico desde 1817 ¿tuvo esta propuesta algún efecto? ¿Sería verdaderamente vinculante, o por el contrario, tal como algunos historiadores dicen, consistió en una legislación “vaga”, “tardía” e “ineficaz” promovida por el gobierno británico? En términos prácticos ¿fue esa ley capaz de disuadir de forma efectiva a los británicos que deseaban unirse a las fuerzas de los insurgentes hispanoamericanos? Estas son el tipo de preguntas que planea esta ponencia y que intenta explorar lo que significó la travesía clandestina al extranjero teniendo en cuenta el mandato tradicionalmente como “Ne exeunt regno”. De acuerdo con este mandato, ningún hombre tenía la libertad de salir a la mar cuando quisiera en contra del real decreto, y mucho menos si el objetivo era participar en una guerra irregular que tenía lugar en los dominios de una nación aliada, ya que se suponía que España estaba lejos de la caída de Napoleón en 1815. Como ese reclutamiento se estaba llevando a cabo en suelo británico, se debe ver el acto de alistamiento, sin lugar a dudas, como un esfuerzo más del gobierno británico por evitar más rupturas con el régimen de su aliado Fernando VII. Sin embargo, el periodo impuesto por las antiguas Leyes del reino fue una oportunidad para las repetidas exigencias de algunos miembros de la Casa de los Comunes para revocar la intención de Lord Liverpool de reforzar ese mandato adoptando el proyecto de ley conocido como “Acto de alistamiento” con el propósito de poner fin al reclutamiento clandestino de británicos con destino a Sudamérica.

[Nota – Ya que la ponencia del Dr. Mondolfi está en este momento bajo revisión para la publicación en un una revista académica, todavía no podemos publicar el texto completo, lo siento.]

[MB] Muchas gracias Edgardo. Finalmente, le doy la palabra a Daniel Gutiérrez Ardila, que habló en español.

[Daniel Gutiérrez Ardila]:
Leandro Miranda: publicista y diplomático (1824-1832)

Uno de los hijos del revolucionario Francisco de Miranda sirvió a la República de Colombia como periodista y diplomático. En tanto que publicista, fundó y aseguró durante tres años (1824-1827) la edición de El Constitucional, uno de los mejores semanarios de su tiempo. Posteriormente, entre el mes de septiembre de 1830 y los primeros días de 1832, Leandro Miranda se desempeñó como representante del gobierno colombiano en Londres. 

Su misión coincidió con los estertores y la desagregación de la república, por lo que puede decirse que le cupo en suerte encarnar una entidad política moribunda. Como la misión se desarrolló también en medio de la coyuntura revolucionaria que sacudió entonces a Europa y puso fin al período de las Restauraciones, Miranda se encontró en la paradójica posición de un diplomático republicano que presenciaba al mismo tiempo el fin de la Santa Alianza y el de su propio país. Las páginas siguientes se ocupan de analizar estas dos facetas de la vida pública de Leandro Miranda con relación a la República de Colombia, esforzándose por establecer vínculos que permitan comprender mejor la agonía y la muerte de dicho Estado.

[Nota – lo habéis adivinado. Ya que la ponencia del Dr. Gutiérrez está en este momento bajo revisión para la publicación en un una revista académica, todavía no podemos publicar el texto completo, lo siento.]

Debate tras la primera sesión
[MB] Gracias a los tres. Ahora tendremos media hora para preguntas y comentarios de los asistentes.

[Interlocutor 1]: Preguntó si el gobierno pudo haber dejado de pagar la mitad del sueldo a los mercenarios para que no se fueran. [Nota sobre la transcripción: como nuestra grabadora no recogió las palabras exactas de cada uno de los interlocutores, he proporcionado una transcripción basada en mis amplios apuntes. He identificado a los interlocutores siempre que he podido. Si al leer esto, se da cuenta de que no lo he reproducido bien, por favor hágamelo saber y lo corregiré. Si reconoce su pregunta, y quiere que ponga su nombre, por favor comuníquemelo. Muchas gracias, MB]

[MB]: Sí, esto sucedió, sin embargo podría llevar años y años, por lo que no era un elemento muy disuasorio. Pero sí causó muchos conflictos para Thomas Manby, que se estableció en Bogotá.

[Interlocutor 2]: preguntó si el gobierno británico en 1810 y 1820 jugaba a dos bandas, como siempre en la historia británica, utilizando el Acto de alistamiento extranjero para mantener su alianza con España. Observó que la Marina Real fue muy activa en la región y destacó que Bolívar recibió la ayuda de la Marina Real. Preguntó cuáles fueron las ayudas que ofrecieron otros representantes británicos.

[EMG]: Respondió que no, Gran Bretaña fue cuidadosa y pragmática pero no jugaba a la ambigüedad. El Acto de alistamiento extranjero fue un intento genuino de apoyar a su aliado español.

[Interlocutor 3]: Pidió a Karen Racine que desarrollara un poco más el acto de tomar prestados ideales e instituciones que había comentado en su ponencia. Sugirió que estos encuentros, más que batallas o supuestos “aventureros” amantes de la historia militar podrían ser más merecedores de una celebración y conmemoración.

[Interlocutor 4]: Preguntó si había más británicos (especialmente irlandeses) en el lado hispano-monárquico en las guerras de independencia, como el caso de un Arbuthnot que llegó a ser conocido como Albernoz. Destacó algunos paralelismos con la Guerra Civil española de la década de los años 30 ya que recientes estudios destacaron que muchos irlandeses participaron en el lado nacionalista.

[Dra. Graciela Rogers, Universidad de Oxford] intervino entre el público destacando que estudió a los británicos que combatieron por España haciendo conexiones con los veteranos de la Guerra Peninsular. Sugirió que Arburthnot no fue un caso representativo, y sostuvo que mirar al contexto Atlántico y transnacional puede ayudar a entender el fenómeno. [Su tesis doctoral se publicará dentro de poco como British Liberators in the Age of Napoleon: British Volunteers under the Spanish Flag in the Peninsular War].

[Interlocutor 5]: preguntó si algunas de las ideas de la independencia fueron de alguna forma británicas, o si otras culturas europeas fueron más importantes.

[KR] Dijo que sí, que hubo una mezcla de influencias, pero añadió que las ideas de los británicos fueron las más importantes, tal como dice en Hispanic American Historical Review.

[Interlocutor 6 – Natalia Sobrevilla Perea]: preguntó a Daniel Gutiérrez si Leandro Miranda era un personaje híbrido con múltiples identidades. Y qué le pasó después del fin de la Gran Colombia.

[DG]: respondió diciendo que sí, precisamente, Leandro Miranda era un personaje híbrido, actuando como un canal entre las culturas británica y colombiana. Después volvió a Venezuela, donde fue uno de los primeros directores de banco. Se conserva muy poca información relacionada con él, así que sería un personaje frustrante para quien quisiera escribir una biografía.

[Interlocutor 7 – Catherine Davies]: destacó que era importante recordar la gran  inversión británica en la Marina Real y la Guerra Peninsular. Gran Bretaña no estaba jugando a dos bandas, sino que estaba intentando proteger intereses y recursos. Nos recordó la importancia del suministro británico en Cádiz cuando estaba bajo el cerco de los franceses, y el papel de Wellington y sus fuerzas en la guerra de la independencia de España. Advirtió a otros participantes sobre la dureza con la que estaban tratando la política británica. Nos recordó que durante los años 1820-23 había un gobierno liberal en España, al cual Gran Bretaña estaba dispuesta a apoyar, y con todo después de 1823 Gran Bretaña no intervino en España a pesar de todos los exiliados que recibió Londres tanto de España como de Hispanoamérica. Gran Bretaña tenía un pequeño dilema pero no es adecuado describirlo como estar a dos bandas.

[Interlocutor 8]: preguntó sobre el papel de los masones, además de las relaciones entre las instituciones y prensa británicas y hispanoamericanas durante la era de la independencia, tal y como describieron Karen Racine y Daniel Gutiérrez en sus ponencias.

[DG] contestó que los materiales de los archivos de la era de la independencia son difíciles de obtener pero está claro según los datos de 1840 que Leandro Miranda era masón.

[KR] contestó que había investigado en el archivo del Centro Masónico y aunque hay algunos documentos, no hay pruebas suficientes de que la masonería en ese periodo tuviera algo más que un valor cultural y de entretenimiento.

[MB] agradeció a todo el mundo por sus ponencias y sus preguntas y dijo que esperaba con interés la siguiente sesión, en donde se ampliaría el tema desde el contexto histórico hasta las relaciones actuales.

[2] Karen Racine, ‘This England, This Now’: British Cultural Influence in Spanish America in the Independence-Era’, Hispanic American Historical Review, 2010,http://hahr.dukejournals.org/content/90/3/423.abstract.

Mesa redonda, 16:00
[Matthew Brown, presidiendo]:
Con esta mesa redonda espero que tengamos la oportunidad de sacar ideas a la luz que quizás se desarrollen en los próximos años, a medida que nos acercamos a las conmemoraciones bicentenarias de la batalla de Boyacá de 1819 (en Colombia), la batalla de Carabobo de 1822 (en Venezuela) y la batalla de Pichincha de 1822 (en Ecuador). Todas esas batallas contaron con la participación en los bandos ganadores de importantes personajes británicos e irlandeses. ¿Necesitamos o necesitan más estatuas, calles con sus nombres o placas conmemorativas? ¿O deberíamos continuar pensando como la gran cantidad de estudios históricos que han surgido últimamente sobre la investigación de este encuentro histórico con mayor profundidad, proponiendo nuevas exposiciones y poniendo en marcha conferencias públicas? ¿O tal vez grandes actos culturales, celebraciones populares o desfiles militares? ¿Hay algún papel para el turismo en los campos de batalla o un espacio para la investigación compartida o para los proyectos culturales? ¿O serían los gestos económicos o políticos más adecuados como actos conmemorativos de los esfuerzos y sacrificios de los voluntarios/mercenarios/aventureros de hace 2 siglos? Contamos con cuatro distinguidos oradores, los cuales tengo el placer de presentaros. La catedrática Inés Quintero de la Universidad Central de Venezuela; su excelencia Mauricio Rodríguez Múnera, embajador de la República de Colombia en el Reino Unido; su excelencia Samuel Moncada, embajador de la República Bolivariana de Venezuela en el Reino Unido y la Dra. Natalia Sobrevilla Perea de la Universidad de Kent. Les he pedido a cada uno de ellos que hablen durante un máximo de diez minutos sobre el tema de la influencia de Gran Bretaña en la independencia de las repúblicas bolivarianas y después tendremos alrededor de una hora para comentarios y observaciones de los asistentes.

[Inés Quintero]:


[MB]: Muchas gracias Inés.

[Mauricio Rodríguez]:
Buenas tardes. Estimado Dr. Brown, muchas gracias por su amable invitación a este interesante ciclo de conferencias en Canning House. la historia del papel de Gran Bretaña en las guerras de independencia del norte Sudamérica es fascinante. En los últimos años he leído más y más sobre la participación de miles de británicos en las batallas por la libertad que tuvieron lugar en Colombia y estoy profundamente impresionado con el gran papel que desempeñó el coronel James Rooke.
Hace dos años, como parte de la conmemoración en el Reino Unido del bicentenario de la independencia de Colombia, la embajada de Colombia pidió a cinco distinguidos expertos británicos, entre ellos el Dr. Brown, que escribieran ensayos sobre su visión de este tema. Ya habréis recibido o recibiréis una copia de este documento al final del ciclo de conferencias. Copia de este documento “Gran Bretaña y la Independencia de Colombia” (Great Britain and the Independence of Colombia). Pero teniendo en cuenta que no soy un experto en temas históricos, llegué a un acuerdo con el Dr. Brown de que no voy a hablar sobre el pasado de las relaciones entre Gran Bretaña y Colombia. En su lugar compartiré con vosotros brevemente mi opinión sobre lo que yo creo que debería ser el futuro de estas relaciones. El futuro que hemos estado construyendo con el Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Mancomunidad de Naciones (Foreign and Commonwealth Office), otros ministerios del parlamento, las comunidades financieras y empresariales, científicas, académicas e instituciones culturales a través de un trabajo en equipo maravilloso que ya está dando sus frutos.

¿Qué necesita Colombia? ¿Qué necesitamos de Reino Unido? ¿Y qué puede ofrecer Colombia al Reino Unido?

Resumiendo, estos son las cinco contribuciones más importantes que nosotros esperamos de Gran Bretaña:

Primero, apoyo político a la agenda de prosperidad social de Colombia, prestando especial atención al bien-estar de las comunidades más desfavorecidas de mi país, que incluye el tan importante proceso de paz que anunció oficialmente ayer por la noche el presidente Santos, al cual en un comunicado esta mañana el Primer Ministro británico David Camero dio su apoyo.
Segundo, la ratificación del tratado de comercio libre en la Unión Europea y Colombia, que esperamos sea aprobado el próximo mes por el parlamento europeo y más tarde por el parlamento británico. Este tratado que he estudiado de forma exhaustiva en los últimos años beneficiará a la economía de ambas naciones. Hay magníficas oportunidades para grandes, medianas y pequeñas empresas a ambos lados del Atlántico para aumentar sustancialmente el flujo de mercado y de inversión. Tenemos el mismo objetivo para duplicar el comercio entre nuestros países en los próximos tres años y personalmente estoy convencido de que vamos a superar este objetivo.

Tercero, afianzar y diversificar las relaciones entre las universidades británicas y colombianas. Estoy convencido de que las universidades británicas como la Universidad de Bristol son las mejores del mundo y quiero crear un vínculo entre más catedráticos, investigadores, estudiantes y directores con sus homólogos colombianos para que mi país pueda aumentar lo antes y lo más posible la calidad de nuestra enseñanza superior.

Cuarto, vuestros conocimientos técnicos y experiencia fortalecerán nuestras instituciones jóvenes y débiles, en particular, las áreas de justicia, sanidad, infraestructura e innovación.

Y quinto, la inversión británica. El Reino Unido ya se ha convertido en el segundo mayor inversor de Colombia con un  capital de 20 billones de dólares, pero todavía hay sigue habiendo espacio para la inversión en muchos sectores. Las inversiones dentro del porcentaje del PIB de Colombia han crecido de un 12% a casi un 30% en la última década, pero para ser capaces de mantener un alto grado de crecimiento necesitamos erradicar el nivel extremo de pobreza, con lo cual este ratio debería ser de un 40% aproximadamente.

Ahora, ¿qué puede ofrecer Colombia al Reino Unido? En mi opinión, hay cinco importantes contribuciones que podríamos ofrecer al Reino Unido y a nuestras relaciones bilaterales.

Primero, Colombia es la nación con mayor biodiversidad por metro cuadrado en el planeta, lo cual da al Reino Unido la oportunidad de trabajar con nosotros para preservar este regalo único de la naturaleza y el descubrir las muchas maravillas que los científicos creen que se encontrarán en los 331 ecosistemas de mi país.

Segundo, una economía emergente muy atractiva, una de los protagonistas globales en los años venideros, según los expertos, con 46 millones de consumidores potenciales de muchos productos y servicios británicos. Queremos y podemos aumentar sustancialmente nuestras importaciones del Reino Unido y recibimos de buen agrado las inversiones del Reino Unido en Colombia. 

Tercero, nuestra increíble cultura, la cual se está empezando a conocer en el resto del mundo; es una cultura que puede contribuir a la felicidad global a través de: su música, otras manifestaciones artísticas y sus tradiciones, sabiduría y creatividad de nuestras comunidades indígenas, nuestra comida y nuestro impresionante paisaje, que por supuesto, ha jugado un papel fundamental en la creación de nuestras expresiones culturales.

Cuarto, Colombia puede y ha sido un buen aliado del Reino Unido en lo que concierne a la política internacional. En América Latina y el resto del mundo, defiende y promueve la democracia, el mercado libre, los derechos humanos, el cumplimiento de las leyes y esa solución multilateral para temas tan complejos de la humanidad como el cambio climático, la pobreza extrema, la violencia y la droga. Un ejemplo de esta alianza ha sido el buen trabajo en equipo hecho en los últimos dos años por Colombia y el Reino Unido en el Consejo de Seguridad de Las Naciones Unidas.

Y por último, un voraz apetito por el aprendizaje. Los colombianos están muy dispuestos a aprender, nos encanta estudiar y hay muchos campos en los que necesitamos y queremos expandir nuestro conocimiento y el Reino Unido tiene una gran riqueza de conocimiento en este aspecto y esta es vuestra mayor ventaja.

Muchas gracias a todos [Aplausos]

[MB]: Muchas gracias embajador. Escuchando su discurso, con el embajador de Venezuela sentado a mi lado, me acordé de que en los recientes juegos olímpicos de Londres, tanto Colombia como Venezuela ganaron unas medallas de oro fantásticas, en las carreras de BMX y en esgrima respectivamente. Esto fue un empate muy justo, y estoy seguro de que el embajador Moncada también se ajustará al tiempo tal como ha hecho su homólogo colombiano. Embajador Moncada.

[Samuel Moncada]:
Muchas gracias. No seré breve, pero intentaré aprovechar al máximo mis diez minutos, Cuando Matthew me invitó a este encuentro, me pidió concretamente que hablara sobre el tema de la influencia británica en la independencia de las repúblicas bolivarianas de Sudamérica. Y de eso es de lo que voy a hablar ya que soy un historiador y me encanta este tema.

Cuando llegué escuché a una experta que está sentada al fondo [la catedrática Catherine Davies, de la Universidad de Nottingham], y estaba hablando de la posición británica en la independencia de Sudamérica. Estoy seguro de que ella sabe más que yo de esto, pero de todas formas voy a abordar este tema desde mi punto de vista.

Creo que hay dos importantes influencias británicas en las independencias de Sudamérica – ya que hay varias independencias, no solo una independencia. Pueden estar divididas, por conveniencia, en dos temas principales. El primero es la posición del Reino Unido con relación a la independencia de Sudamérica. El segundo es la influencia de los británicos en Sudamérica, lo que ellos realmente hicieron en el terreno de las batallas por la independencia. Son temas conectados pero no son el mismo. Están relacionados, pero no están subordinados el uno al otro. Quiero decir, por supuesto los británicos en América Latina fueron hasta cierto punto la consecuencia de la posición del gobierno británico en relación con América Latina, pero no estuvieron dirigidos por el gobierno británico. Fueron totalmente independientes del control del gobierno, y muchos de ellos incluso se nacionalizaron venezolanos y colombianos, sirviendo a la armada y considerándose a sí mismos como venezolanos y colombianos. Así que es interesante resaltar estas diferencias y ver cómo se les recuerda en cada uno de los bandos.

Primero: la posición británica. Creo que es justo decir que la posición del gobierno británico con respecto a la independencia de las colonias de Sudamérica fue cruel, cruel, siguiendo sus propios intereses nacionales. Quiero decir, los británicos estaban allí como cualquier otra nación intentando conseguir sus propios beneficios. Buscaban expandir su poder sobre poderes inferiores, y se puede ver esa competición dentro del contexto de las guerras imperiales y del mundo entero. Concretamente, en el Atlántico y en América Latina, por supuesto, estaban los españoles y los portugueses, pero también los franceses, los holandeses (que por cierto, ¡nadie habla de los holandeses! Pero en relación con Venezuela, ellos fueron muy importantes con respecto a Curasao, la cual cambió de manos muchas veces durante la guerra de la independencia y estuvo vinculada al puerto venezolano de Coro, que fue muy importante en la guerra de independencia venezolana). De todos modos, hubo una fuerte competición imperial: los españoles, los franceses, los holandeses y los británicos por la parte europea. Y después las antiguas colonias británicas, Estados Unidos, en el lado Americano del Atlántico, y todos ellos se estaban expandiendo o luchando por la expansión; o luchando para preservar su poder (en el caso de los españoles). 

Se podría decir, a modo de entender este proceso, la posición británica tuvo 3 fases o etapas diferentes.

La primera etapa consiste en todo el siglo XVIII, hasta 1808. Durante este período, los británicos solo actuaban como cualquier otra potencia imperial: robando tierras, luchando por territorios y mercados. Eso fue lo que hicieron cuando se hicieron con Trinidad, cuando se hicieron con Jamaica en el siglo XVII, e incluso cuando intentaron apoderarse de Buenos Aires en 1806. Hay informes de primera mano de cuando los británicos pensaron que habían ganado en 1806, y cuando pensaron que se habían apoderado de Buenos Aires, y planearon continuar apoderándose de Chile, México, Perú, etc., etc., etc. Los británicos pensaron que esa era la decisión correcta, minar a los españoles apoderándose y arrebatando las colonias españolas. Sin embargo, no pudieron hacer esto porque más o menos en ese mismo momento, en 1807 y 1808 Napoleón invadió España y España se puso del lado de los británicos para luchar contra los franceses. Se puede decir que la contribución británica más importante en las independencias de Sudamérica fue, en realidad, en la victoria de la batalla naval de Trafalgar, cuando la Marina Real acabó completamente con las flotas francesas y españolas, y dejó a España sin medios para contraatacar las guerras revolucionarias en las Américas.

En la carta del general Simón Bolívar, escrita en Jamaica en 1815, se preguntaba “¿cómo vamos a obedecer a una corona o a un reino que no tiene medios para dominar o para llevar a cabo la guerra contra nosotros en Sudamérica, si no tienen ni barcos ni cañones ni armas; con lo cual es ridículo aceptar el poder de un reino que había sido destruido”. [1]

La segunda contribución europea más importante en la independencia de América Latina fue la invasión napoleónica de España. Cuando Francia invadió España creó un imperio sin cabeza ya que no había un rey reconocido. Aunque Francisco de Miranda y otros muchos estaban pidiendo a los británicos que organizaran una invasión de las colonias españolas en las Américas mucho antes de la invasión napoleónica. Cuando Napoleón invadió España era obvio que era el momento justo para hacer algo al respecto.

La tercera contribución más importante en la independencia de las colonias españolas de Sudamérica fue la implosión dentro del imperio español. Con esto, quiero decir la cabezonería – algunas personas le llaman estupidez- de los monarcas españoles Carlos IV y Fernando VII. Cometieron errores garrafales en las políticas internacionales y tuvieron problemas con sus propias contradicciones entre liberales y absolutistas, y también entre las facciones pro-francesas y pro-españolas. Es interesante que las divisiones en España se reprodujeran exactamente en Hispanoamérica, había una simetría. No se podía definir como guerra de independencia en Sudamérica ya que era muy compleja. Fue, en cierta forma, una guerra civil, Se podría decir que la guerra civil estaba ocurriendo exactamente al mismo tiempo en España en su guerra de la independencia. Más tarde, la agitación y la confusión de América Latina después de las guerras de independencia duraron lo que quedaba del siglo XIX, y se pudo ver reproducido exactamente  una vez más en España en lo que quedaba del siglo XIX; quiero decir, las fracturas y los conflictos que generaron la independencia siguieron durante mucho tiempo después del final de las guerras.

Hoy he escuchado la frase “mirar los toros desde la barrera/no comprometerse” para describir la neutralidad británica en la causa de la independencia. [Examinando la historia] no veo ninguna neutralidad sino que estaban trabajando activamente para minar a los españoles antes de 1808. Después, ayudaron a los españoles solamente para prevenir que los franceses se apoderaran de Sudamérica (cuando los franceses tomaron España). Más tarde, después de 1815 estaban esperando solo para ver so los sudamericanos podrían conseguir la independencia, y después ello reconocerían eso. ¿Por qué los británicos reconocieron la independencia de Sudamérica en 1823? Por dos razones: una fue porque Estados Unidos también lo había hecho en 1822, y los americanos lo hicieron porque acababan de firmar un acuerdo con España para quedarse con Florida, y porque tenían sus propias ambiciones en Sudamérica. La doctrina Monroe fue instaurada en 1823 precisamente para intentar frenar que los europeos no intervinieran en el hemisferio Americano, fue la primera vez que vio la luz la expresión “backyard policy” de Estados Unidos.

Es interesante ver que fue una república imperial la que se formó allí [en el norte] porque el mismo Bolívar, en ese momento en Sudamérica creía que España y las Américas estaban divididas por la monarquía. Vio que habría una expansión [en el norte]. Pensó que la república era una sistema que intrínsecamente no podía apoyar o proponer el robo imperial de tierras [y añadió] imperialistas, republicanos y expansionistas.

Cambiando al otro lado de la historia solo por un minuto, [es importante destacar que las expediciones británicas a Colombia y Venezuela] fueron hechas por representantes de todas las clases sociales. Sería ridículo generalizar sobre ellos, ¡incluso cuando no nos ponemos de acuerdo en cómo llamarlos”! Les llamamos aventureros, voluntarios, mercenarios, patriotas, etc. Del mismo modo que no estamos de acuerdo con los nombres que les damos, también estamos en desacuerdo con los lados en los que lucharon: por un lado, tenemos a los partidarios del régimen, monárquicos. Y por otro lado, lo que la gente llama republicanos, patriotas, insurgentes, independientes, rebeldes, revolucionarios, etc. Cualquiera de los que escojamos muestra el ángulo por el que vemos el mundo.

Pero a lo que quiero llegar es que la contribución británica a la independencia en el terreno –no la política británica, sino los mismos británicos- alrededor de 7,000 individuos que Matthew Brown estudió concienzudamente, su contribución fue diferente. Había soldados, comerciantes, periodistas, políticos, médicos y marineros [su contribución a la independencia] fue grandiosa, y en especial, en las repúblicas bolivarianas, donde lucharon al lado de los venezolanos, de los colombianos y los ecuatorianos.

Estos británicos sacrificaron mucho – Matthew, en su libro, suena un poco frío cuando analiza su discurso del sacrificio- hubo verdaderamente un sacrificio de miles de vidas. Son lo que la gente llama innombrables tumbas en las llanuras de Perú y en las montañas de Venezuela. Miles de británicos sacrificaron sus vidas allí y muchos otros [que no eran soldados, pero] que estaban limpiando casas, borrachos, cadáveres, estafadores, había todo tipo de gente pero también había idealistas, monárquicos y británicos románticos que luchaban por la libertad. Muchos de ellos dieron sus vidas, como por ejemplo William Ferguson que fue asesinado en 1828 al salvar a Bolívar de un intento de asesinato fallido. Las batallas de Carabobo fue la batalla más importante de la independencia de Venezuela [en 1821] y ahí había una legión británica que fue esencial para la victoria.

Podría hablar mucho más sobre eso, y sobre esas personas, pero para acabar: sería de persona mal intencionada, mezquina e ingrata no reconocer el sacrificio de los británicos en nuestras guerras de independencia, y nos sentimos felices de hacerlo doscientos años después.

Muchas gracias.
[Aplausos]

[1] Nota de MB: mi traducción completa de la carta puede verse en Simón Bolívar: The Bolivarian Revolution, introduced by Hugo Chavez (Verso: 2009), http://www.amazon.co.uk/Hugo-Ch%C3%A1vez-presents-Simon-Bolivar/dp/1844673812.

[MB]: Muchas gracias. Le doy ahora la palabra a Natalia Sobrevilla Perea.

[Natalia Sobrevilla Perea]:

Muchas gracias. Muchas gracias Matthew por invitarme.

Escuchando al resto de los oradores, disculpadme porque no soy una especialista en las repúblicas bolivarianas sino en el impacto que tuvo Bolívar mucho más al sur. Soy mucho más experta en los Andes, Perú, Bolivia, y hoy he notado la ausencia de los representantes de la embajada de Ecuador. Imagino que todos estarán muy ocupados en temas urgentes. [1]
Creo que el debate de Inés Quintero sobre el archivo bolivariano es muy importante. Algunos mencionaron al principio de los comentarios de la sesión anterior cuál sería la mejor manera de conmemorar y celebrar (el bicentenario). ¡Por supuesto, la documentación! Pienso como historiadora que hacer la documentación accesible es la mejor manera de en la que se puede contribuir. De hecho, quiero dar las gracias al embajador y a todas las personas de Venezuela por su generosidad, no solamente por hacer que el archivo sea accesible a todo el mundo y que pueda ver estos documentos sino también por sus esfuerzos con un gran proyecto cultural, la Biblioteca Ayacucho, la cual creo que es una de las colecciones más increíbles, y que también está en la red y puede consultarse en cualquier lugar. Se puede ver todo el catálogo de obras literarias, viajes, historia y me gustaría invitar a todo el mundo aquí presente a que verdaderamente sacara ventaja de estos recursos. Realmente no solamente son la historia de Venezuela sino también de todo el continente.

Vamos al tema del día, que es el papel de Gran Bretaña en la independencia de las repúblicas bolivarianas. Como mencioné con anterioridad, soy una experta en la participación británica más al sur, y me gustaría invitar a mis colegas como Matthew y Daniel [Gutiérrez] a pensar cómo Bolívar no se paró en Ecuador en 1822. ¡No lo hace! Va mucho más al sur y el impacto que tiene en Perú es considerable. Después crea una nación llamada Bolivia que realmente no está representada hoy en día, ya que no es vista [por historiadores] como la tradicional república bolivariana. ¿O lo es? En cierto modo, tenemos que preguntarnos sobre ese término. SI miras al monumento, que está muy cerca, dedicado a Simón Bolívar en Belgrave Square, en Londres, dice “Liberator of many countries” (“Libertador de muchos países”), incluyendo Perú y Bolivia.

Hubo una gran participación británica e irlandesa que vino con Bolívar, las legiones que Matthew estudió, pero también si miramos a Perú, ellos encontraron otros participantes británicos en estas guerras que habían venido del otro lado de los Andes. En ese momento, la armada chilena era más bien la armada británica, fueron hombres como Lord Thomas Cochrane, el que la creó y como Martin Guise que fue el que realmente dirigió toda la campaña e hizo posible la travesía de Chile a Perú y allí empezó todo el proceso desde 1819 a 1821.

Hubo gente como William Miller, por ejemplo, que fueron muy importantes en este proceso. Él no fue con Bolívar, fue a Perú de otra forma. De hecho, cuenta en sus memorias, que estaba en Buenos Aires y que pensaba convertirse en un comerciante después de las guerras de la Península en España. Había formado parte de los hombres que habían luchado al lado de Wellington. EN aquella época, había conocido a muchos oficiales españoles y de alguna forma estaba sin trabajo, estuvo en la guerra de 1812 contra Estados Unidos y estaba buscando un nombramiento, pensando en convertirse en comerciante en Buenos Aires. Después tuvo un encuentro con una mujer que le convenció de que su vida estaba destinada a la gloria. Decidió viajar a Chile, y se unión a San Martin y fue a Perú. Miller fue el creador de la armada peruana y una persona muy influyente en todo este proceso. También se unió a otros hombres irlandeses y británicos que iban con Bolívar. Francisco Burdett O’Connor fue uno de ellos. O’Connor fue uno de muchos de los que iban con Bolívar,  y en sus diarios recuerda la celebración del día de San Patricio en Perú, de cómo reunieron algunas cajas de ron porque no tenían whiskey y solamente lo celebraban juntos porque compartían la misma identidad. Tenían esto en común, había algo en ellos, eran británicos e irlandeses.

Anteriormente también hubo una mención a los otros irlandeses que había luchado al lado del rey español. En el caso de Perú hay un general muy famoso, el general O’Reilly que fue derrotado en 1820 en una batalla en Cerro Uliachin. Estaba tan afligido en su vuelta a España que salto del barco, pensó que ya no merecía vivir.

Estas fueron vidas muy interesantes de las cuales habría que aprender. Cuando se piensa en la participación de los irlandeses, se piensa en Bernardo O’Higgins, alguien al que se le ha conmemorado por aquí, que fue mencionado por Karen Racine anteriormente. Bernardo O’Higgins fue parte de esa conexión irlandesa que siempre estaba vinculada con los españoles. Como ya se dijo antes, no es que estuvieran solamente en un bando sino que estaban en los dos. No solo fueron los irlandeses y los británicos, sino también los franceses y los alemanes. En aquella época hubo todo tipo de vínculos muy interesantes e importantes. Creo que debemos recordar y me gustaría hacer referencia al punto de vista del embajador y el hecho de que los [británicos] realmente lucharon y dieron buena parte de sus vidas. Miller perdió la movilidad de uno de sus brazos en uno de los ataques de bomba que recibió y al final de las guerras era un hombre con muchas lesiones. Este es solo un ejemplo de muchas de estas vidas que fueron arruinadas por su participación en las guerras y eso es algo que tenemos que recordar en este momento.

¿Cómo deberíamos recordarlo? ¿Deberíamos ir a los lugares de las batallas y volver a representar las batallas? ¿Deberíamos ir y celebrarlas? ¿Deberíamos ir y pensar en toda esta gente? ¿Deberíamos pensar sobre la transmisión de conocimiento, o algo muy similar a lo que Inés Quintero mencionó? Creo que esto es algo muy interesante sobre lo que deberíamos reflexionar. ¿Cuáles son las diferentes maneras de recordar y conmemorar? Por supuesto el embajador de Colombia mencionó en su discurso la idea de lo que ocurre en el futuro. Una de las cosas que subrayó fue la idea de la transferencia de conocimiento, la comunicación de ideas, de la información. Karen Racine mencionó anteriormente, cómo estos mineros fueron llevados de Cornwall a Perú a trabajar en las minas, y utilizaban vapor y nuevas tecnologías, y cómo la inversión era la palabra de moda de aquella época.

Una de las cosas de las que no nos estamos acordando, es de los aspectos financieros de cómo se libraban estas guerras. Cuando pensamos en la guerra de independencia de Norteamérica, tenemos que pensar en el hecho de que se les dio casi un cheque en blanco, no se les cobró todo lo que costó. Eso no fue lo que ocurrió en las repúblicas hispanas de América Latina. Todos vinieron a Londres, pidieron dinero, y todos obtuvieron dinero, mucho dinero, pero en seguida se dieron cuenta de que realmente no tenían mucho para devolverlo. Y después empezaron a aparecer todos esos comerciantes, con patines de hielos para Río de Janeiro, y sombreros de bombín para Perú, miles de sombreros que nadie sabía qué hacer con ellos. Incluso hoy en día, se pueden ver campesinos con sombreros de bombín y parece un poco extraño.

Las relaciones comerciales eran muy importantes, [eran el entorno para] la participación británica en la independencia. Creo que el embajador hizo hincapié en un tema muy importante, [por un lado] distinguir entre el gobierno británico y lo que el gobierno quiere, y por supuesto [por otro lado] lo que los individuos harán y por supuesto el problema comercial de alguna gente que estaba intentando sacar beneficio de todo esto. Por supuesto que mucha de la gente que acabó invirtiendo en estas nuevas repúblicas acabó perdiendo mucho dinero –los titulares de bonos tenían una deuda incobrable, algo a lo que estamos muy acostumbrados hoy en día; tenían una deuda que no se podía sostener. De hecho, Matthew estudió a alguien que estaba consiguiendo juntar fondos para un país que ni siquiera existía –fue un aventurero británico [Gregor MacGregor] que convenció a la gente de Londres a darle dinero para un país que había inventado. Es una historia increíble. (‘Inca, Sailor, Soldier, King’, Bulletinof Latin American Research, 2005).

Para concluir, necesitamos considerar todas estas diferentes conexiones. Sobre esto, para unir todos los hilos, creo que tenemos que pensar en el pasado y de dónde viene esta relación tan larga. No viene solamente de las guerras de la independencia, sino mucho antes de la época colonial, con la conexión española-irlandesa de la que no deberíamos olvidarnos. Tenemos a todos estos hombres que han luchado tanto en las batallas, tenemos las consideraciones comerciales, los problemas mineros y también el aspecto del conocimiento. Tenemos muchas cosas en las que pensar y de las que ahora podemos debatir.              
[Aplausos]

[1] Una referencia a la permanente presencia de Julian Assange en la embajada ecuatoriana, donde se le había dado asilo político, mientras nosotros debatimos el 5 de septiembre 2012.


Preguntas y debate después de la mesa redonda

Aportación 1 [Isaac Bigio]: resaltó que el debate de hoy ha demostrado la duradera y excelente relación entre Gran Bretaña y América Latina y subrayó que la manifestación más importante de esa relación, y un vehículo para ello, es la comunidad latinoamericana que vive en Reino Unido. Una etapa importante hacia el reconocimiento de la comunidad latinoamericana del Reino Unido ha sido la decisión tomada por el Ayuntamiento de Southwark para reconocer a los latinoamericanos como un grupo étnico. Señaló que todos debemos trabajar para acabar con la invisibilidad de los latinoamericanos en el Reino Unido. Al final, dirigió la atención de los allí presentes al recientemente creado AMIGO month, que tiene lugar cada año y este año será del 7 de septiembre al 15 de octubre.

Esto pretende ser el mes dela historia latinoamericana, de la misma manera que el mes de la historia negra es tan exitoso promoviendo la cultura, identidad y memoria en el Reino Unido. Dijo que el acto de hoy fue una excelente forma para empezar el mes, y dijo que espera que pronto, si la gente se une a la causa, no solo será el alcalde de Londres es que esté interesado, sino que también estará el Primer Ministro y la Reina.

[Aportación 2]: dijo que los ponentes que se centraron en mirar hacia el futuro fueron los más convincentes, y los que se anclaron en el pasado, y buscaban cosas complicadas, fueron los menos útiles. Argumentó que los proyectos de digitalización, tal como dijo el catedrático Quintero eran más interesantes, y dijo que espera que se puedan crear otros proyectos para continuar con esa iniciativa.

[MB]: destacó que los documentos de Mary English, la cual viajó y vivió en Venezuela y Colombia durante la época de la independencia, están en la Bristish Library (biblioteca británica). Está buscando fondos para digitalizar estos manuscritos y que puedan estar disponibles para todos los académicos de todo el mundo. Cualquier persona interesada en contribuir con ese proyecto, por favor póngase en contacto…

[Aportación 3]: lamentó que la mejor forma de resaltar los bicentenarios de la participación británica en la independencia de América Latina sería revertir todas las pérdidas de la última década. Hizo una especial referencia a la pérdida de las Becas Chevening (xxinsert link), y a los recortes a través de las operaciones del British Council en América Latina. Hizo constar que por ejemplo ahora es mucho más difícil para los peruanos conseguir un visado de turista. Concluyó mencionando que hace 200 años España fue incapaz de maniobrar en América Latina por culpa de una crisis económica y política, lo cual abrió la puerta a Gran Bretaña, y sugirió que las resonancias de hoy en día pueden sugerir oportunidades para Gran Bretaña en la región, si centrara mejor sus energías y recursos.

[Aportación 4]: agradeció a los ponentes y remarcó que la educación fue el área clase para compartir sabiduría. En concreto, señaló la necesidad de nuevas herramientas educativas y mejoras en los dos lados de la ecuación.

[Aportación 5]: remarcó el declive del British Council, así como el ascenso de las escuelas de lengua estadounidenses en América Latina a costa de las escuelas de lenguas británicas. Recalcó que esto es un síntoma del debilitamiento de la influencia británica y la hegemonía de Estados Unidos en casi toda la región.

[Aportación 6]: [Baronesa Hooper] resaltó que uno de los principales desafíos a superar es que los británicos no saben mucho sobre América Latina. Dirigió la atención de los allí presentes a la labor de Canning House con respecto a esto, organizando eventos y en particular su Annual Essay Prize Competition (Competición anual de ensayos) para las escuelas. Sin embargo, mencionó que se debería poner más esfuerzos en enseñar más español en escuelas, institutos y universidades. Esto es esencial para mantener unas buenas relaciones en el futuro.

[Aportación 7]: [Catherine Davies] siguió con el tema de la enseñanza de lenguas. Resaltó que el gobierno actual había hecho severos recortes en los departamentos de Lenguas Modernas en las universidades. Mencionó que el punto de partida empezaba con la enseñanza de español en las escuelas, pero la política del gobierno también había minado este aspecto. Constató que hay un círculo vicioso, en el que no hay suficientes profesores de lenguas modernas y tampoco hay suficientes alumnos estudiando, ¡a pesar de la gran demanda de español entre los alumnos de primaria! ¡Hay que romper este círculo! Mencionó varios pasos a seguir. Los colombianos y venezolanos deben imitar a las universidades brasileñas, que hicieron un contacto directo con las International Offices (oficinas internacionales) de las universidades británicas. Deberíamos estar agradecidos al Banco Santander por la gran cantidad de dinero que ha invertido en los Estudios españoles y latinoamericanos en las universidades británicas, y animar a otras instituciones y corporaciones financieras a seguir sus pasos. Finalmente, debería haber un empuje para involucrar a gente común de las comunidades latinoamericanas en el Reino Unido a las vidas de los consulados y las embajadas, para llegar y aumentar la base de la relación.

[Aportación 8]: constató que los colombianos hablan el mejor español de cualquier parte del mundo, y por lo tanto los británicos deberían ir a estudiar español allí.

[Aportación 9]: comentó que los medios de comunicación británicos deben empezar a remediar sus errores imperdonables y constantes sobre América Latina. Destacó que ayer (4 de septiembre de 2012) el periódico Independent escribió dos veces “Columbia” (en lugar de Colombia). Continuó diciendo que, sin embargo, los latinoamericanos a menudo cometen el error de combinar “inglés” y “británico”, dejando a un lado a los escoceses y galeses, y pidió una mejor educación y más vigilancia –y publicaciones corregidas – por parte de los embajadores y profesores universitarios. Concluyó sugiriendo que una serie televisiva sobre las intervenciones británicas en las guerras de independencia de Colombia, Venezuela y Ecuador sería un paso excelente para promover el tema.

[Aportación 10]: continuó con el tema de las series de televisión. Mencionó que esto es extremadamente importante, e hizo referencia al proyecto de hacer una película sobre Policarpa Salvarietta en Colombia. Sugirió que los artistas latinoamericanos contemporáneos eran otra ventana que esperaba ser abierta para la comunicación entre Gran Bretaña y América Latina. Concluyó que hoy en día América Latina sufre por no haber sido formalmente parte del imperio, y por lo tanto no es cortejada por las agencias culturales de Reino Unido que están ansiosas por trabajar con países postcoloniales.

[Aportación 11]: remarcó la pobre calidad del periodismo que se hace en Reino Unido sobre América Latina. Hizo referencia a los numerosos errores históricos y geográficos hechos a diario en referencia a Julian Assange y Ecuador, incluso, en la BBC. Continuó remarcando la falta de acceso a programas de televisión y películas de calidad en la mayoría de América Latina, y sugirió que un proyecto de producción conjunta sobre Thomas Cochrane, William Miller, et al, sería una excelente idea.

[Aportación 12]: un director de cine, comentó que era medio británico, medio mexicano, y que se había pasado mucho tiempo preguntándose cuál era su identidad. Dirigió la atención de los allí presentes a la larga campaña de reconocimiento hecha por el Ayuntamiento de Southwark, y a los grandes actos culturales latinoamericanos que se pueden ver en el distrito municipal, no solo en las tiendas y los centros comerciales como Elephant & Castle, sino también en el carnaval veraniego y en los proyectos en desarrollo del retrato de la sociedad. Concluyó diciendo que en este momento, la financiación de los proyectos culturales que quieren unir la cultura británica con la latinoamericana era muy ajustada.

[Aportación 13]: sugirió que tanto la cultural como la historia latinoamericana debería enseñarse más en las escuelas, y recomendó que la gente se involucre con los Exam Boards (consejos de evaluación) para que los programas incluyan más asignaturas sobre América Latina.

[Aportación 14]: [Enrique Rodríguez] continuó con las ideas anteriores sobre las series de televisión. Dijo que se tenía que hacer algo como Sharpe o como los Conquistadores de Michael Wood. Ya había contactado con algunas personas, pero nada había llegado a buen puerto. ¡Dijo que estas son grandes historias y tienen que ser filmadas y contadas!

[Aportación 15]: [Charles Goodson-Wickes, director general de Canning House] recordó a la gente el Canning House annual prize essay competition (Premio anual de ensayos de Canning House). Aceptó que la representación del British Council se había reducido, e instó a la gente a hacer un buen uso de Canning House en sus esfuerzos por ser un puente entre Gran Bretaña y América Latina.

[Aportación 16]: destacó que desde el punto de vista del personal de Foreign and Commonwealth Office (Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Mancomunidad de Naciones), este debate había sido energético y estimulante. Reconoció que se habían intercambiado muchas y diferentes ideas, y agradeció a los organizadores de este evento por sus esfuerzos. Preguntó, ¿cómo podemos recoger las ideas que han surgido hoy para poder llevarlas a buen puerto?

[Aportación 17]: [Estefanía Tello, de la embajada ecuatoriana] pidió perdón por la ausencia del embajador ecuatoriano. Expresó que Ecuador estaba encantado de ver un evento tan importante como este, y que estaba muy contenta de poder escuchar un debate con personas tan expertas en la materia. Declaró que Ecuador está buscando la cooperación en términos científicos con Reino Unido, y ha encontrado en el Ministerio de Exteriores socios informativos. Concluyo diciendo que la educación a todos los niveles es esencial; que el acto nos mostró que todos podemos aprender de la historia y que todos deberíamos aprender más de las historias comunes que nos unen.

[Matthew Brown]: prometió escribir las transcripciones de todas las aportaciones, para ponerlas en este blog para que todo el mundo pudiera leerlas, tanto si estaban presentes como si no. Después, sugirió que las iba a redactar en una carta abierta al nuevo Ministro de Estado para América Latina (Hugo Swire –parlamentario-), que también estará presente en su blog y la gente podría añadir sus nombres si lo deseaban. Y agradeció a todos por sus aportaciones, y pidió a los cuatro miembros de la mesa redonda que respondieran o resumieran.

[Ines Quintero]: (habló en español). Una de las motivaciones para cualquier historiador de América Latina, cualquier historiador en América Latina, es ver qué magia podemos emplear, qué recursos podemos encontrar, para conectar nuestras historias con las sociedades de hoy en día. La educación, por lo tanto, es crucial para las tareas puestas hoy ante nosotros. Es crucial mejorar la educación en América Latina, para conocer nuestra historia. Agradecemos esta oportunidad, para ver que nos preocupamos por las mismas cosas. ¿Llenaría este vacío una nueva película? No lo sé – pero no deberíamos desperdiciar ninguna estrategia-. Todas las acciones para mejorar la educación y la transferencia de conocimiento deberían ser bienvenidas. Muchas gracias.

[Aplausos]

[Mauricio Rodríguez]: Aquí tenemos dos puntos. Creo que el gobierno británico ha hecho un buen trabajo en los últimos años, reforzando, ahondando y diversificando las relaciones entre Reino Unido y América Latina. La mayoría de mis colegas que están aquí esta noche, todos los embajadores latinoamericanos, estarían de acuerdo conmigo, en mayor o menos medida, que el Ministerio de Exteriores ha hecho un trabajo excelente y que el secretario de Estado, el Sr. William Hague y el Ministro para América Latina, el Sr. Jeremy Browne han hecho esfuerzos muy grandes. Dejadme que os dé algunos buenos ejemplos: Reino Unido reabrirá o abrirá embajadas en El Salvador y en Paraguay; y han aumentado el personal en Colombia. En medio de una situación financiera tan apretada, el Ministerio de Exteriores está haciendo un especial esfuerzo y el British Council ha hecho un increíble trabajo en América Latina. Estoy de acuerdo en que debería haber la presencia del British Council en muchos otros países porque es el mejor embajador de Gran Bretaña. El British Council es una institución maravillosa. Creo que hay tres instituciones maravillosas que hacer un gran trabajo de promoción de Reino Unido en el extranjero. Estas son: el British Council, la BBC y las universidades británicas.

Lo que estas tres instituciones hacen por Gran Bretaña es muy importante y deberíais intentar defenderlas y promoverlas lo más posible. Estas instituciones son vuestro mejor Ministerio de Exteriores. Hay que dar mérito al Ministerio de Exteriores, en el caso particular de Colombia, el Ministerio de Exteriores ha hecho un excelente trabajo en relación con la agenda de prosperidad que he compartido con vosotros anteriormente. Solo un ejemplo: el Ministro Jeremy Browne, desgraciadamente deja su puesto, tiene un nuevo trabajo en el Ministerio de Exteriores [esta noticia se anunció en medio de nuestras conferencias el 5 de septiembre de 2012], pero ha visitado Colombia tres veces en dieciocho meses. [Los debates de hoy muestran que] hemos estados a un gran nivel, y realmente hemos diversificado nuestras prioridades.

Mi segundo punto, [estoy de acuerdo en que] en relación a los medio de comunicación [deberíamos debatir] cómo llamar la atención de los medios y los productores de cine y televisión.

Creo que, supuestamente, nosotros los latinoamericanos somos las personas más creativas e imaginativas en el mundo. Somos muy buenos inspirando, persuadiendo, convenciendo y seduciendo a la gente con nuestras historias, con nuestros bonitos bonitos paisajes, con nuestra magnífica música y cultura, nuestra comida, etc., etc., etc. Bueno, aquí tenemos un desafío, una oportunidad. Tenemos que ir a hablar con la BBC, hablar con productores independientes y directores de cine y convencerles precisamente de todas esas increíbles historias y personajes para que se hable sobre ellos en los medios de comunicación británicos. Creo que tenemos que mejorar nuestras habilidades de venta, porque creo que tenemos maravillosas, maravillosas historias que compartir con Reino Unido, y serán una importante forma de conectar nuestras sociedades y nuestras gentes. Tenemos excelentes conexiones con el gobierno, instituciones educativas y empresas, pero necesitamos conectar a los ciudadanos británicos con los ciudadanos latinoamericanos. Y los medios de comunicación, les gute o no, es la mejor ruta para fortalecer esos lazos. Así que este mensaje es para nosotros, amigos latinoamericanos, seamos más creativos a la hora de vender nuestras historias para ganar el hueco que nos merecemos en los medios de comunicación británicos, pero solo ganaremos ese hueco, si mejoramos a la hora de contar nuestras historias.

Y el último punto, y creo que la Baronesa está en lo cierto, una forma muy buena de fortalecer los lazos con América Latina es a través de la enseñanza del español. Creo que desarrollar este punto también es un desafío. ¿cómo podemos hacerlo? ¿Qué más podemos hacer? Tenemos que ser creativos y pensar conjuntamente en cómo aumentar el número de ciudadanos británicos que hablan español, ya que esto facilita mucho las cosas. Cuando la gente tiene un conocimiento básico de la lengua, visitará América Latina, y una vez que lo haga, se enamorará de ella. Probablemente todos vosotros habréis estado o queréis ir a América Latina, y si poseéis la habilidad lingüística, eso facilitará las cosas. Así que creo que también tenemos que mejorar nuestras ideas de cómo expandir el interés y atraer más ciudadanos británicos a aprender español. Muchas gracias.

[Aplausos]

[Samuel Moncada]: Vale, muchas cosas se han dicho sobre cómo aumentar el conocimiento, las relaciones y las conexiones entre América Latina y Gran Bretaña. He tomado algunas notas sobre el debate, en concreto, he destacado los temas: lengua, historia, universidades y comunidades.

La comunidad latinoamericana en Reino Unido, la cual está creciendo, es una de las más importantes en el sentido de que es muy humana, concreta, con una conexión muy viva dentro de este país, pero sin embargo, no tiene el reconocimiento que creo debería tener. La UE está trabajando en ello, pero creo que hay miles, no sé cuántos hay…

[Intervención del público, Isaac Bigio]: un millón, incluyendo brasileños, tenemos un millón de latinoamericanos viviendo en Reino Unido.

[Samuel Moncada]: Vale, esta es una muy buena base con la que trabajar. No sé cuántos británicos viven en América Latina, pero sé que hay, por lo menos, decenas de miles. La última cifra que tengo es que más de 200,000 británicos van a Cuba cada año y muchos más van a la República Dominicana, así que por lo menos, 400,000 viajeros y turistas británicos van a América Latina cada año.

Los medios de comunicación, las universidades, la comunicación y la lengua, son todos muy importantes, pero me gustaría seguir con otras areas de las que no se ha hablado en el debate y que para mí son muy importantes. El embajador Rodríguez mencionó la BBC, el British Council y las universidades británicas, lo cual estoy totalmente de acuerdo. Pero hay muchas otras instituciones, instituciones británicas que para mí merecen admiración. Una de ellas es el NHS (sistema sanitario británico) y el NHS es un ejemplo de servicio universal sanitario, que como poco, admiramos.

[Mauricio Rodríguez]: ¡nosotros también lo queremos!

[Samuel Moncada]: queremos algo como esto que vosotros admiráis, pero vosotros [los británicos] os quejáis del NHS todo el tiempo, pero nosotros querríamos tener algo así en Venezuela.

[Mauricio Rodríguez]: ¡y en Colombia!

[Samuel Moncada]: La forma que veo para mejorar la conexión de Venezuela con los británicos, a parte de la diplomacia, del gobierno, de las inversiones, de las corporaciones y de los medios de comunicación, es buscar un punto en común, problemas que nos relacionan hoy en día, pero no necesariamente porque conectamos hace 200 años. Porque como Matthew sabe, después de 1830 los ingleses, el interés británico en América Latina se desvaneció y [en retrospectiva] el periodo más intenso de las relaciones entre Gran Bretaña y América Latina fue exactamente, el momento del que estamos hablando, las guerras de independencia. Después de ese fracaso, hubo una reanudación a finales del siglo XIX con la minería, las vías de ferrocarril y algunas inversiones petroleras en el siglo XX, pero no hubo nada tan intenso como la conexión humana que crearon los miles de británicos que fueron allí en 1820. No creo que haya habido tanta participación británica en otra guerra, aparte de América Latina y quizás la Guerra Civil española [en 1930], este es el único ejemplo que conozco de británicos que viajaron al extranjero para luchar por la liberación de otro país. Puede que haya algún otro, pero ahí entra mi ignorancia; esto es nuestro terreno en común. Como por ejemplo, los juegos paralímpicos.

[Mauricio Rodríguez]: Deportes.

[Samuel Moncada]: No, deportes no, los juegos paralímpicos. Personas con necesidades especiales, la forma en que se trata a la gente en América Latina, las políticas que estamos desarrollando para la gente con necesidades especiales y cómo compararlo con las políticas de aquí, de Gran Bretaña [ese es un punto en común]. El trato a los niños, el trato a los mayores, hablo de políticas sociales, cómo lidiamos con la pobreza y cómo lidiamos con la vivienda social. Hay muchos, muchos temas de los que podemos aprender mutuamente; nosotros podemos aprender de los británicos pero nosotros también les podemos enseñar.
Podemos aprender mutuamente en el proceso que anhelo. Pero quizás, añadamos un punto de discordia, es algo que en Gran Bretaña tenéis que corregir. Hay muchísimas cosas que se pueden hacer [para mejorar las relaciones entre Gran Bretaña y América Latina], una de ellas son las becas. Muchos latinoamericanos vienen a Reino Unido a estudiar con becas, pero ahora las becas están desapareciendo. Pero hay otras cosas que para mejorarlas no necesitan dinero. Una de ellas, ya se ha mencionado: el problema de los visados. ¿Realmente queréis que la gente de otros países venga a gastar su dinero aquí? ¡Bueno, primero tenéis que dejarlos venir a estudiar! Es una pesadilla para los estudiantes extranjeros conseguir visados, ¡una pesadilla! Si un estudiante me pidiera su opinión, en este preciso momento, de si es una buena idea venir a Gran Bretaña, bueno.

Dejadme que os dé un ejemplo: durante años de tres años, hemos intentado llegar a un acuerdo con la London Metropolitan University para traer a cientos de estudiantes para estudiar sobre el petróleo, químicos, polímeros, y muchas otras cosas relacionadas con los asuntos petroleros. Y justo la semana pasada, nos enteramos de que la universidad había retirado la licencia para conseguir visados a los estudiantes extranjeros. Y ahora, tenemos a dos mil estudiantes extranjeros atrapados en una situación difícil, ¡y ya han pagado! Tenemos a varios venezolanos en esta situación; han pagado varios años de matrículas, han gastado miles de libras en manutención, o solo en matrículas, están a punto de acabar sus carreras, y ahora se encuentran con esta situación, ¡que han perdido todo su dinero! Y lo único que se les ha dicho es que tiene que pagar todo y perder otra vez su tiempo ¡o serán deportados! Esto es ridículo, si seguís con esta política nadie vendrá aquí a estudiar, y ¡este es un error que debe ser subsanado y que no cuesta dinero! Este es un buen consejo para vosotros, no estropeéis vuestra buena industria de la educación, que es muy buena, muy prestigiosa en todo el mundo pero la vais a estropear.

[Muchos aplausos]

[Natalia Sobrevilla Perea]: No puedo dejar de estar de acuerdo con todos [los que han hablado]. Especialmente con los que tienen el problema del visado, de hecho, uno de nuestros ponentes acaba de mencionar lo difícil que es conseguir un visado. Personalmente, yo misma sigo sufriendo esa suerte, así que es algo que yo respaldo completamente. Ya he hablado sobre los temas audiovisuales [así que ya no hablaré más]. Creo que todos estamos listos para una copa de vino.

[Aplausos]

[Matthew Brown]: Gracias a los cuatro oradores en esta mesa redonda tan estimulante, Inés Quintero, Mauricio Rodríguez, Samuel Moncada y Natalia Sobrevilla. Ahora podemos seguir el debate acompañado de un vaso de algo, y muy pronto en internet cuando las transcripciones estén completas. Muchísimas gracias.

[Aplausos]

Aquí tienen algunas fotos del acalorado debate pero amistoso que ocurrió después del evento (¡sin transcripción!). (Versión en inglés con fotos)

Friday, 15 February 2013

Q&A Matthew Brown with Mihir Chandraker

Mihir Chandraker, a student at the Perse School in Cambridge, is researching the subject of the history of the British influence in the Latin American Wars of Independence for a Higher Project Qualification. We conducted an interview via email, which I post here with Mihir's permission as it may be of interest to others.


MC: Why were so many British soldiers attracted to the prospect of adventures in Latin America?

MB: The first thing to remember is that only about a third of the adventurers had actually been soldiers or sailors before they travelled to Colombia. The vast majority were artisans, labourers, aristocrats – a real cross-section of society, seduced by dreams of the gold and land and freedom that they expected to find in South America. Of those who did have some military experience (around 2,000 of the 7,000 foreign adventurers in total) there were a lot of Irish Catholics who thought they had a better chance of promotion in the Colombian service than in the British Army, and lots who saw that military opportunities had dried up at home after the demobilisation that came after the end of the Napoleonic Wars from 1815. It is a combination of push factors and pull factors, giving people a reason to leave Britain and Ireland, as well as giving them a reason to go to South America.


MC: What sort of background were these soldiers from?

MB: 319 adventurers recorded their previous profession, trade or occupation in a document preserved in the Archivo Histórico de Guayas in Guayaquil, Ecuador. 148 described themselves as labourers. The next most popular occupation was ‘Weaver’ (twenty-six). In descending order, eleven volunteers said that they were shoemakers, and another eleven were tailors. Seven were bakers, seven were mariners and six were musicians. There were five carpenters, and four each of book-binders, breeches-makers, and painters. There were three respondents each for bricklayer, butcher, hatter, miner, servant and watch-maker. There were two respondents each for accountant, chandler, clerk, cloth-cutter, cordwainer, craftsman, farrier, gardener, glass blower/stainer, glazier, hairdresser, potter, printer, silk-maker and water-man. There was one apothecary, a basket-maker, a blacksmith, a boat-maker, a cabinet-maker, a cooper, a cotton spinner, a courier, a draper, a founder, a gunsmith, a ham-beater, a horseman, a lawyer, a lightman, a machinist, a mason, a merchant, a miller, a papermaker, a poulterer, a roller, a rope-maker, a saddler, a sawyer, a shearer, a slater, a soapmaker, a stocking-maker, a stone-cutter, a tanner, a tin-man, a varnish-maker, a wood-cutter, a wood Merchant and a woollen draper.[1]

All this material is included in my online database of the soldiers. Some of the officers, of course, came from rather grander backgrounds. There were a couple of lords in there, the sons of aristocratic families. Many of the officers, however, exagerated their social standing back home in order to gain a higher rank in the Colombian army – this was a source of much tension, conflict and amusement once the campaigns got going. It also meant that there were quite a few high-ranking officers who didn’t have the faintest idea how to command soldiers or win battles.


MC: How were relations between Britain and Spain at the time?

MB: Britain was neutral in the conflict between Spain and its American colonies. This was because it had needed the Spanish alliance against Napoleon’s France but also because it didn’t want to support the idea of other powers piling into colonial conflicts on the side of rebels – this had happened in the United States’ War of Independence in the late eighteenth century, and Britain had enough of its own problems in the rest of its empire without worrying if any rebels would get support from Spain, France, Prussia or Russia, for example. So Britain had a public policy of neutrality. Nevertheless, lots of the British public were in favour of Spanish American independence because it chimed with their ideas about liberty, freedom, down with tyranny, and so on. Also, many British merchants and their friends in parliament and government were keen to have access to these new markets in Spanish America, which had hitherto been very difficult to get into because of the trade barriers erected by the Spanish colonial regime. The enlistment of adventurers, in London, to fight in Colombia, kicked a great hole in the middle of this delicate balancing act. Spanish officials in London were incandescent that ships moored on the River Thames could be so bare-faced about recruiting men. That’s why the ‘Foreign Enlistment Act’ was brought in in 1819, and after that the recruitment of adventurers did rather dry up. The British policy of neutrality survived, independence was eventually achieved, and the merchants did indeed get access to the new markets. So, everyone won (except for the Spanish, who had lost all their American colonies by 1826, apart from Cuba and Puerto Rico).


MC: What were the differences in armoury between the British and the Royalist fighters?

MB: That is a good question. Military historians have rooted round in archives trying to answer this question, and archaeologists have unearthed surviving weapons from the period. Broadly speaking the weapons being used on either side were quite similar. Bayonets, rifles and lances were the principal weapons. Obviously each new expedition, either from Britain or Spain, brought new weapons with it. Many of the British officers spent a lot of time teaching recruits how to use them, for example the rifles, but the vast majority of battles were fought using weapons like swords, daggers, knives and lances. The battle of Junín, in Peru in 1824, was famously silent, with no gunfire at all, given the topographical difficulties in dragging cannons up and down the Andean mountain ranges, and without getting the gunpowder wet.


MC: Did the British soldiers respect the leadership of Bolivar and Sucre?

MB: I think on the whole the answer here was yes, but not always. Bolívar had a certain charisma which appealed to his British soldiers, and they played a crucial part in transmitting his revolutionary image across the Atlantic. Sucre got on well with most of the British and Irish officers. Francisco Burdett O’Connor, an Irish adventurer, has a lovely anecdote in his memoirs, published in Spanish as Independencia americana, about he and Sucre tossing a coin in order to decide which should of them should be allowed to court a particular woman. Clearly there was a lot of mutual respect there. Of course not all leadership was respected: British and Irish soldiers deserted all the time (rates of 10% per year were not unknown) and the Irish Legions staged a famous rebellion at the Caribbean port of Riohacha in 1820. (I have an article on the Rebellion at Riohacha in 1820 and its consequences). They made a real mess of the town, caused a load of havoc and got themselves a really bad reputation.


MC: And I was wondering if it was possible for you to give a couple of other reasons, non-military, how the British influenced the independence of the nations which temporarily became Colombia.

MB: Crikey: that’s a big question. I suggest you read The Role of Great Britain in the Independence of Colombia, the volume edited by Malcolm Deas, published by the Colombian Embassy in London.  All in all, you have the military assistance, the diplomatic neutrality, the arms sales, the public support and solidarity as well as the provision of a cultural and political model (as argued by the historian Karen Racine in her article ‘This England, This Now’: British Cultural Independence in the Spanish American Independence-Era’, Hispanic American Historical Review (2010). That’s quite a lot of British influence, but independence was still, clearly, primarily the work of Colombians, Venezuelans and Ecuadorians, who fought, wrote, died, thought, argued, saved and battled for their independence – with a little help from their friends.




[1] This paragraph is taken from my book, Matthew Brown, Adventuring through Spanish Colonies: Simón Bolívar, Foreign Mercenaries and the Birth of New Nations (Liverpool: Liverpool University Press, 2006), 28.

Wednesday, 9 January 2013

Connections after Colonialism: Europe and Latin America in the 1820s



Connections after Colonialism: Europe and Latin America in the 1820s, edited by Matthew Brown and Gabriel Paquette, is just out, published by the University of Alabama Press. Gabe and I are as proud as punch to have pulled together a stellar line-up of historians to work on this project, which began as a symposium at Trinity College Cambridge back in 2009.

In the project we wanted to test our hypothesis that the 1820s was a decade marked by substantial continuities in the economic, cultural and political relationships between Europe and Latin America. This ran against some meaty historical arguments which assumed that Europe and Latin America had been definitively separated in this decade by the tumultuous processes of independence from colonial rule. The book shows quite clearly that this was not the case at all - which means historians need to do some serious thinking about the paradigms that rest upon this assumption, for example Eric Hobsbawm's influential 'Age of Revolutions' argument, as well as much writing about Atlantic history.

The book's table of contents is:


‘Introduction: Between the Age of Atlantic Revolutions and the Age of Empire’, Matthew Brown and Gabriel Paquette
1. ‘Themes and Tensions in a Contradictory Decade: Ibero-America as a Multiplicity of States’, Brian Hamnett
2. ‘Rafael del Riego and the Spanish Origins of the Nineteenth- Century Mexican Pronunciamiento’, Will Fowler
3. ‘Include and Rule: The Limits of Liberal Colonial Policy, 1810–1837’, Josep M. Fradera
4. ‘Entangled Patriotisms: Italian Liberals and Spanish America in the 1820s’, Maurizio Isabella
5. ‘The Brazilian Origins of the 1826 Portuguese Constitution’, Gabriel Paquette
6. ‘An American System: The North American Union and Latin America in the 1820s’, Jay Sexton
7. ‘The Chilean Irishman Bernardo O’Higgins and the Independence of Peru’, Scarlett O’Phelan Godoy
8. ‘Corinne in the Andes: European Advice for Women in 1820s Argentina and Chile’, Iona Macintyre
9. ‘Heretics, Cadavers, and Capitalists: European Foreigners in Venezuela during the 1820s’, Reuben Zahler
10. ‘Porteño Liberals and Imperialist Emissaries in the Rio de la Plata: Rivadavia and the British
David Rock
11. ‘“There Is No Doubt That We Are under Threat from the Negroes of Santo Domingo”: The Specter of Haiti in the Spanish Caribbean in the 1820s’, Carrie Gibson    
12. ‘Bartolomé de las Casas and the Slave Trade to Cuba circa 1820’, Christopher Schmidt-Nowara
13. ‘The 1820s in Perspective: The Bolivarian Decade’, Matthew Brown


Additional essays on the topic may be found in the special issue of European History Quarterly we guest-edited in July 2011.

It was an absolute pleasure to work with all these excellent scholars on this collaborative project. It can be purchased through Amazon or direct from the publisher.

It is increasingly popular to write books, produce t.v. series or simply speculate wildly about the supposed identity of particular decades from history. To my knowledge this is the first book on the 1820s to have such a broad geographical approach. Of course the 1820s have been celebrated for many things we don't touch on, like Georgian architecture in the U.K., fashion or horse-racing. But much more important than that, this book demonstrates the extent to which Europe and the Americas were tied together back in the 1820s, long before people started talking about globalization.

Thursday, 20 December 2012

Christmas books and Radio Shows

  
I'm probably a little late to be suggesting Christmas reading given that today is the 20th December, but now that I have made it to the end of term and emerged relatively unscathed, here are some ideas as to how you might spend your book tokens in the new year. Also here, a few words about the BBC Radio 4 series 'The Invention of Spain' which featured lots of the contributors to the event I organised on  'Britain and the Bolivarian Republics'. (note: we are halfway through translating the transcriptions into Spanish: they should be here on the blog by mid-February 2013 at the latest)

First, the log-rolling: my book on the Battle of El Santuario came out this summer. The Struggle for Power in Post-Independence Colombia and Venezuela tells the story of the veterans of one battle in the Colombian Andes from 1829. Its protagonists include Irishmen, Englishmen, Italians and Germans as well as the several hundred Colombian officers, slaves, recruits and campesinos who joined a rebellion led by General José María Córdova. (Apologies for the cheap plug!).

9780230341319


Next,  a great new collection of historical sources about Latin America's independence period. John Charles Chasteen and Sarah Chambers have pulled together a brilliant, diverse body of contemporary accounts about the independence period from across the continent. All the documents are in English, often for the first time. I can't recommend it highly enough to people who want to get a sense of what all the fuss about independence was about, but are anxious that all the best sources are in Spanish or Portuguese. Thanks to Latin American Independence: An Anthology of Sources, that is no longer the case.

Latin American Independence

Third, for those of you looking for an Olympic-themed historical  book , I can't quite offer anything closely-tied enough to Latin American independence. But Matt Rendell's Olympic Gangster: The Legend of José Beyaert is a cracking story of many of the same themes: the European who seeks adventure and riches in the New World (in this case, the French cycling gold-medallist from the 1948 games, who travels to Colombia) but ends up finding fulfilment, adventure, family and life in the places where he least expected it. Highly-recommended.



Finally, a word about The Invention of Spain, a wonderful three-part series produced by the BBC in Bristol on the construction of Spain as a nation, which put the American colonies, their conquest, colonisation and loss, at the heart of the story. I was privileged to contribute to the series alongside much more distinguished historians including Sir John Elliott and Felipe Fernández Armesto, and two of the speakers from our Canning House event back in September: Samuel Moncada and Karen Racine. Each episode, presented by Misha Glenny, is half-an-hour long, and provides a brilliant introduction to this complex subject. I heartily recommend downloading from the BBC website on the link above (free, and probably forever, at least within the UK) and settling down to listen to it with a cup of something warm next to a roaring fire. Merry Christmas!










Friday, 2 November 2012

Open Letter to Rt Hon Hugo Swire MP Minister of State at the Foreign and Commonwealth Office (with responsibility for Latin America)




At the 5 September 2012 public meeting at Canning House, I promised to write up all the suggestions for how to commemorate Britain's involvement in the independence of the Bolivarian  republics, in an open letter to the new minister of state with responsibility for the UK's relationship with Latin America, who was appointed to his post the very same day. Here it is: (hay una versión en castellano al pie de la página, traducción por Aris da Silva y Ana Suarez Vidal de la Universidad de Bristol).

29 October 2012

Open Letter to Rt Hon Hugo Swire MP
Minister of State at the Foreign and Commonwealth Office
(with responsibility for Latin America)

Dear Minister,

On 5 September 2012, a public meeting at Canning House in London discussed the ways in which Great Britain could best mark the bicentenaries of its historic involvement in the independence of Colombia, Venezuela and Ecuador from colonial rule.

Those present included the ambassadors of Colombia and Venezuela, academics, retired diplomats, members of the public as well as descendants of the 7,000 British and Irish adventurers who crossed the Atlantic between 1816 and 1822 to join Simón Bolívar’s armies and fight for independence.
A full transcription of the debates, discussions and proposals can be found on my blog, at http://bolivariantimes.blogspot.co.uk/2012/09/full-transcript-with-photos-of-britain.html.

The sacrifices and contributions of the British and Irish soldiers and sailors who fought in Colombia, Venezuela and Ecuador were recognised by all present. But how to commemorate them? Do we need more statues? I’m delighted that Canning House will be hosting a series of lectures on the history of Latin America in 2013, to capitalise on the growing interest in the subject. Perhaps some kind of commemorative plaque could be designed to mark the places across the region where particularly strong evidence of British and Irish participation was found?

On a broader level, at our meeting most people seemed to feel that the bicentenaries necessitated a strengthening of present-day relations between Britain and the region. Some of the suggestions made at the meeting, which may be of interest to you and your team as you engage with these matters, included:

Britain should:

Support British Council operations across the region as a crucial means of providing access to British culture, education and language training;

Reverse damaging immigration restrictions which put off Latin Americans from coming to study at British universities; reinvigorate long-standing scholarship programmes which have done much to cement link in previous decades;

Support cultural engagement programmes such as Canning House and Latin American history month;
Support projects that remind people of Britain’s historic support of Latin American independence; such as the digitisation of archives, museum exhibitions, historical research;

Support efforts in the arts and media (TV, print, online) to promote the shared history of Britain and Colombia, Venezuela and Ecuador, through documentaries, films and exhibitions;

Continue bilateral cooperation on human rights, educational, science and social and environmental projects;

Finally, and perhaps most importantly, we should be making every effort to encourage school-pupils and students to learn Spanish and Portuguese, both at school and at university, as the principal and most effective way to build cultural bridges with Latin America.

Two hundred years ago, thousands of British and Irish adventurers risked their lives to assist Simón Bolívar and his followers in their efforts to bring independence to their lands. Many of them suffered because they did not speak Spanish or because they were unable to understand the cultures of the countries they were living in. Your predecessors have done many excellent things to foster better relations between Britain and Latin America in recent years. I hope that these suggestions are useful as you move into your new post, and begin to think about the bicentenaries of Britain’s most celebrated involvement in the independence of northern South America.

Yours sincerely,

Matthew Brown
Organiser of ‘Britain and the Independence of the Bolivarian Republics’ at Canning House, 5 September 2012 

Versión en castellano:


El 5 de septiembre de 2012 en la reunión abierta en Canning House prometí escribir una crónica de todas las sugerencias de cómo conmemorar la participación de Gran Bretaña en la independencia de las repúblicas bolivarianas en una carta abierta al nuevo Ministro de Estado responsable de las relaciones del Reino Unido con América Latina, el cual fue nombrado para desempeñar ese cargo ese cargo ese mismo día. Aquí tienen la carta:

Carta abierta al Honorable Hugo Swire MP
Ministro de Estado para el Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Mancomunidad de Naciones (responsable de América Latina)
Estimado Ministro:
El 5 de septiembre de 2012, en una sesión pública en Canning House, Londres, se discutieron las maneras en las que el Reino Unido podría conmemorar los bicentenarios de su histórica participación en la independencia de Colombia, Venezuela y Ecuador del régimen colonial.
Algunos de los que estuvieron presentes en esta sesión fueron el embajador de Colombia y Venezuela, profesores universitarios, diplomáticos retirados, miembros del público así como descendientes de los 7,000 aventureros británicos e irlandeses que cruzaron el Atlántico entre 1816 y 1822 para unirse a los ejércitos de Simón Bolívar y luchar por la independencia.
Pueden encontrar una transcripción completa de los debates, discusiones y propuestas en el siguiente enlace de mi blog:
Los sacrificios y contribuciones de los soldados y marineros británicos e irlandeses que lucharon en Colombia, Venezuela y Ecuador, fueron reconocidos por todos los presentes. ¿Pero cómo les rendimos homenaje? ¿Son necesarias más estatuas? Estoy encantado de que Canning House albergue una serie de conferencias sobre la historia de América Latina en 2013 para sacar provecho del creciente interés en este tema. ¿Se podría diseñar alguna placa conmemorativa que marcara los lugares de la región en los que se encontraron pruebas evidentes de la participación de los británicos e irlandeses?
A un nivel más amplio, en nuestra reunión, la mayoría de la gente creía que las conmemoraciones bicentenarias necesitaban una consolidación de las relaciones actuales entre Gran Bretaña y la región. Algunas de las sugerencias hechas en la reunión, las cuales pueden ser de interés para ti y para tu equipo al mismo tiempo que te involucras con estos asuntos, incluyeron:

Gran Bretaña debería:
- Apoyar las operaciones del British Council a través de la región como un medio crucial para dar acceso a la cultura británica, educación y a la práctica lingüística.
- Invertir las dañinas restricciones de inmigración que disuaden a los latinoamericanos de venir a estudiar a las universidades británicas; revitalizar los programas de becas a largo plazo, los cuales han hecho mucho para fortalecer el nexo en décadas anteriores.
- Apoyar los programas de compromiso cultural tal como Canning House y el mes de la historia latinoamericana.
- Apoyar proyectos que recuerden a la gente el apoyo histórico de Gran Bretaña a la independencia de América Latina; tales como la digitalización de los archivos, exposiciones en museos e investigación histórica.
- Apoyar los esfuerzos de las actividades artísticas y de los medios de comunicación (televisión, prensa escrita y medios digitales) para promover la historia compartida entre Gran Bretaña y Colombia, Venezuela y Ecuador, a través de documentales, películas y exposiciones.
- Continuar la cooperación bilateral sobre los derechos humanos, la educación, las ciencias y los proyectos sociales y medioambientales.
- Y por último, y probablemente lo más importante, deberíamos hacer todos los esfuerzos posibles para animar a los alumnos de los colegios y a los universitarios a aprender español y portugués, las dos lenguas tanto en el colegio como en la universidad, como la manera principal y más efectiva de construir puentes culturales con América Latina.
Hace doscientos años, miles de aventureros británicos e irlandeses arriesgaron sus vidas para ayudar a Simón Bolívar y sus seguidores en sus esfuerzos para conseguir la independencia para sus tierras. Muchos de ellos sufrieron porque no sabían hablar español o porque eran incapaces de entender las culturas de los países en los que vivían. En los últimos años, sus predecesores han actuado adecuadamente para fomentar una mejor cooperación entre Gran Bretaña y América Latina. Espero que estas sugerencias puedan ser de utilidad en su nuevo cargo, y comience a pensar en las conmemoraciones bicentenarias de la más celebrada participación de Gran Bretaña en la independencia del norte de América Latina.
Muy atentamente,

Matthew Brown
Organizador de “Gran Bretaña y la independencia de las repúblicas bolivarianas” en Canning House, 5 de septiembre de 2012.